Time Magazine: “La Ciencia de la Perdida de Peso – Capítulo 1 – El capítulo 1: “El Nuevo Pensamiento””


Parte de esta edición fue publicada anteriormente en TIME and Health
Una dosis diaria de ejercicio no sólo es excelente para el corazón, sino que también facilita el control de peso.


Capítulo I: ¿Cómo debe ser una dieta saludable?


La lucha para perder peso es real. Pero ¿es posible comer en forma saludable y perder peso de una manera que sea sostenible para ti?
Por: Hallie Levine

Bajar de peso no es una tarea fácil y esto ayuda a explicar porque el mercado norteamericano ha convertido el bajar peso en una industria de $66 billones.
El bajar de peso rápidamente o por medio de algún método de corta duración, no siempre es la mejor idea. Así y todo, los americanos gastan billones de dólares cada año en programas de dietas coordinadas, sometiéndose a cirugía bariátrica, utilizando aplicaciones que hacen un seguimiento de cada caloría y paso que dan, e inclusive siguen dietas de “moda” (por ejemplo Paleo o keto). Y con todo eso, la pura verdad es que más del 70% de los adultos americanos siguen con sobrepeso u obesos. ¡Chile los supera con el 75% de prevalencia de malnutrición por exceso
en adultos!
Pareciera que la pérdida de peso es simple: reducir calorías y aumentar el ejercicio, pero es mucho más complicado que eso.
“La obesidad es una enfermedad real, con consecuencias fisiológicas reales: cuando subes de peso, las neuronas de tu hipotálamo que conducen señales de apetito y saciedad en el cerebro se dañan”, explica Louis Aronne, directora del Centro de Gestión de Peso y la investigación clínica metabólica en Weill-Cornell Medical College. “Como resultado, tu cerebro no se da cuenta de que estás satisfecho, así que sigue comiendo”. En ese punto, las personas no están aumentando de peso sólo porque consumen más calorías. Una vez que alguien tiene sobrepeso u obesidad, el cuerpo produce hormonas como la insulina que aumentan el almacenamiento de grasa. Esto hace que sea más probable que esas calorías adicionales se guarden como grasa.

Las consecuencias para la salud son reales. Más de 236 enfermedades,incluyendo enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 e incluso algunos tipos de cáncer son el resultado directo de llevar demasiada grasa corporal. Incluso cuando la gente termina bajando de peso, el número de personas que vuelve a subir de peso después es asombrosa. Más que 80% de las personas que hacen dieta exitosamente terminan engordando nuevamente y recuperando todo el peso perdido, algunos dentro de dos años, según UCLA en más de 30 estudios. Una vez que se pierde una cantidad substancial de peso (considere que por lo menos 10% del peso corporal) el sistema disminuye su producción de leptina, una hormona que suprime el apetito, mientras que al mismo tiempo aumenta los niveles de la hormona de hambre llamada grelina, así explica Aronne. El resultado: pasas tu día constantemente hambriento.


A pesar de todo, hay señales que dan ánimo. Hay un movimiento creciente enfocado en un estilo de vida saludable, en lugar de dietas extremas.
Reconociendo este cambio, en 2018 Weight Watchers (muy famoso en USA) cambió de nombre a WW, con el lema “Wellness That Works”. Su nueva misión:”Inspiramos hábitos saludables para la vida real”. Mientras tanto los investigadores siguen aprendiendo de la gente que ha perdido peso y como resultado se encuentran más sanos. “Finalmente, no importa si lo ponen en una dieta bajo en grasa o bajo en carbohidratos al final los estudios demuestran que se pierde la misma cantidad de peso”, explica Caroline Apovian, una especialista de pérdida de peso de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston y presidente de la Sociedad de Obesidad. Generalmente, una dieta baja en carbohidratos es más fácil de seguir, debido a que es menos probable que produzcan hambre. Yo generalmente aconsejo a mis pacientes que coman lo que quieran de proteína, fruta y verduras sin almidón. A la vez restringiendo comer sólo 2 porciones de almidón por día, comenta Apovian. La proteína es esencialmente importante debido a que ayuda a formar músculos, lo que ayuda a revertir la disminución del metabolismo.


Cuando uno come carbohidratos almidonados, hay que intentar consumirlos al final -personas que comen pollo y verduras primero, luego pan y jugo de naranja, demostraron tener niveles de azúcar en la sangre más bajos y niveles de insulina más bajos, después de una comida, comparado con aquellas personas que comieron lo mismo, pero exactamente al revés, esto de acuerdo con un estudio de Aronne publicado en la revista médica de 2015; “El Cuidado de Diabetes”. El ejercicio también es un tema importante.


Mientras que el ejercicio aeróbico ayuda a bajar peso incrementando la cantidad de calorías que se quema, el entrenamiento de resistencia ayuda a prevenir que su metabolismo caiga en picada. Es por eso que junto con la grasa, también pierdes músculo; y cuanto menos músculo tengamos menos calorías quemamos. En un estudio del año 2015 se vio que los adultos saludables que hacían entrenamiento de resistencia dos o tres veces a la semana durante nueve meses, tuvieron un 5% de incremento en la tasa de metabólica en reposo.


Finalmente, no se deben descartar los beneficios de salud que se ganan al bajar un poco de peso, vemos las mejoras más grandes en la salud con solo bajar 5% a 10% de peso, comenta Aronne. Tan sólo esta pérdida de peso reduce el riesgo de diabetes en forma notoria, así como enfermedades cardíacas. De acuerdo con el estudio publicado en 2016 en el Cell Metabolisms; “Si alguien pesa 2100 kilos es más fácil motivarlos a bajar 5 o 10 kilos a que bajen 25,” añade Aronne, siendo mucho más probable que bajen ese peso y queden así”. Al fin, desde un punto de
vista de bien estar general, eso es lo que más importa.


“Más del 80% de las personas que hacen dietas exitosamente terminan engordando nuevamente y recuperando todo su peso perdido, algunos dentro de dos años”
El Nuevo Pensamiento.

Lo que realmente funciona, es criar niños con una mirada positiva hacia sus cuerpos y todo sobre la grasa corporal

¿Por qué las dietas no Funcionan?

No existe una dieta perfecta Por Alexandra Sifferlin.


Como la mayoría de las personas, Kevin Hall pensaba que la razón por la cual la gente engorda es simple.
“¿Por qué la gente no come menos y ejercita más?, pensaba Kevin Hall. Físico de profesión, siempre pensó que la ecuación calorías consumidas versus calorías quemadas tenía sentido, pero luego de hacer un estudio – y observar a los concursantes de un programa de televisión – comprobó que estaba equivocado.

Hall un científico del Instituto de Salud Nacional (NIH) comenzó a ver el programa The Biggest Loser por recomendación de un amigo, “vi cómo la gente bajaba 10 kilos en una semana”, coincidía con la creencia sobre la pérdida de peso, los ejercicios eran matadores y las dietas restrictivas, razón por la cual las personas en el programa bajaban de peso, 10 kilos en una semana era demasiado.

Para entender como lo hacían, decidió hacer un estudio de 14 participantes. Hall aprendió rápidamente que, en el mundo de televisión, una semana no significa 7 días, pero sin importar el peso perdido era una realidad rápida y enorme. Durante el tiempo de estudio, los participantes perdieron un promedio de 57 kilos cada uno y alrededor de 64% de grasa corporal. Si este estudio pudiera revelar lo que ocurría en sus cuerpos a nivel psicológico, pensó que podía ayudar al 71% de americanos que todavía estaban sobrepeso. Lo que no esperaba aprender fue que a pesar de que las condiciones para pérdida de peso son perfectas como en la TV- con un entrenador motivador y estricto, comidas planificadas estrictamente y entrenamientos durísimos- el cuerpo a la larga hará todo lo posible para recobrar esa grasa. Con el tiempo, 13 de los 14 de los participantes que Halle estudió subieron de peso con un promedio de 66% del peso perdido durante el programa y cuatro resultaron engordando más que antes de la competencia. Eso es lo suficientemente deprimente para que hasta la persona más motivada con su dieta se rinda.

Hall dice, “esta forma de pensar debe ser muy deprimente incluso para los más motivados, hay una sensación de no molestarse siquiera intentándolo”. Pero los resultados a este rompecabezas de pérdida de peso nunca han sido más críticos. La gran mayoría de adultos americanos están sobre peso; casi 40% son clínicamente obesos. Los médicos saben que el exceso de grasa dramáticamente aumenta el riesgo de problemas serios a la salud, incluyendo diabetes Tipo 2, enfermedades al corazón, depresión, problemas respiratorios y cánceres y problemas de fertilidad. Un estudio hecho en 2017 reveló que la obesidad en USA ahora conduce a más muertes prematuras prevenibles que el cigarrillo. Esto ha creado una industria de dietas y programas para bajar de peso valorizada en 6.3 billones de dólares, con la venta de toda clase de pastillas, planes alimenticios y gimnasios de lujo.

También ha creado un incremento en investigación. El año pasado el NIT proporcionó un estimado de $931 millones de dólares para investigación sobre la obesidad, incluyendo la investigación de Hall. La investigación le está dando a los científicos un nuevo concepto de ¿por qué hacer dieta es tan difícil?, ¿por qué mantener el peso por un largo tiempo es aún más difícil? y ¿por qué la sabiduría prevaleciente sobre la pérdida de peso solo funciona algunas veces y para algunas personas?


Lo que los científicos están descubriendo dará esperanza a 155 millones de americanos que están sobrepeso, esto de acuerdo con el Centro de Control de Enfermedades y Prevención. Los científicos finalmente acuerdan, por ejemplo, que el ejercicio a pesar de ser importante para la salud, por sí sólo no es un modo confiable para perder peso. La aritmética de calorías que se ganan versus las que se pierden, lleva a comprender que más que cantidad de calorías quemadas al ejercitar, es la composición de la dieta de las personas lo que hace perder peso.

Los científicos saben que la dieta adecuada para ti no será la mejor para tu amig@ o vecin@. Las personas responden a diferentes dietas sea baja en grasas y vegana o bajas en carbohidratos o Paleo. “Algunas personas en programas dietéticos pierden 30 kilos y se mantienen así por dos años, otras siguen la misma dieta religiosamente y solo pierden 2 kilos,” comenta Frank Sacks, un investigador de pérdida de peso y prevención de enfermedades cardiovasculares del Harvard T.H. Chan School of Public Health de Harvard. “Si pudiéramos averiguar el por qué, el potencial para ayudar a más gente sería enorme”. Hall, Sacks y otros científicos piensan que la clave aparentemente es personalizada más que la adopción de dietas de moda. A pesar de que perder peso nunca será fácil para nadie, la evidencia demuestra que cualquiera puede llegar a tener un peso
saludable, sólo tiene que encontrar su mejor manera posible.

Hacer dietas ha sido una preocupación americana de hace mucho tiempo, mucho antes que la epidemia de obesidad comience en 1980. En 1830 un ministro Presbiteriano, Sylvester Graham, promocionó una dieta vegetariana que excluía especies, condimentos y alcohol. A fines del siglo XX entró la moda de masticar 722 veces hasta que la comida se licue, basado en el consejo del nutricionista popular Horace Fletcher. Lore dice que en esa época el presidente William Howard Taft optó por una dieta contemporánea baja en grasas y baja en calorías – llevando un registro de cada comida -, después de haberse quedado atrapado en la tina de la Casa Blanca.

El concepto de la caloría como una unidad de energía que fue estudiado y compartido en círculos científicos por toda Europa desde hacía tiempo, recién hasta la Primera Guerra Mundial tomó sentido cuando comenzó el conteo de calorías en Estados Unidos en medio de la escasez mundial de alimentos. El gobierno americano necesitaba una manera de alentar a las personas limitar el consumo de alimentos, por lo que emitió su primera “Dieta Científica” para los estadounidenses, donde la base era ir contando las calorías.

En las próximas décadas cuando el ser verdaderamente flaco era lo más deseable, casi todas las dietas enfocaban en el hecho de comidas bajas en calorías. Hubo una dieta de pomelos en el año 1930, cuando la gente comía medio pomelo en cada comida pensando que la fruta contenía enzimas para quemar la grasa, y la sopa de repollo en 1950 (plan que induce a flatulencia y se comía sopa de repollo por una semana junto con comidas bajas en calorías).

Nacimiento de la época de dietas. ¿Por qué dejar de contar calorías?

En 1960 se vio en los Estados Unidos, el comienzo de la comercialización masiva de dietas. Ahí fue cuando la ama de casa Jean Nidetch comenzó invitando amigas a su casa para conversar los temas de peso y dietas. Nidetch era una adicta para comer galletas, había luchado años por adelgazar. Estas reuniones semanales la ayudaron tanto que perdió 35 kilos en un año, lo cual hizo que convirtiera estas juntas en una compañía llamada Weight Watchers. Cuando se dio a conocer públicamente en 1968, ella y sus cofundadoras se convirtieron en millonarias de la
noche a la mañana.

Casi medio siglo después Weight Watchers en 2018 se cambió de nombre a WW, con el lema de “bienestar que funciona” y continúa siendo una de las compañías más famosas mundiales con la dieta comercial más exitosa, con 3.6 millones de usuarios activos y $1.2 billones de dólares en ganancias en 2016. Lo que estas dietas tenían en común era una idea que hasta hoy siguen siendo popular: coma menos comida con contenido graso y bajará de peso. Inclusive en la época de la moda de bajo contenido de grasa, a fines de 1970 -basado en un llamado, intuitivo pero incorrecto, a pensar que comer grasa te hará “gordo”- dependía del modelo de contar calorías para adelgazar.


Esto último no ocurrió cuando la gente optó por comidas de bajo en grasa. La tendencia de la dieta coincidía con aumento de peso. En 1990, los adultos con obesidad formaban menos del 15% de la población americana. En 2010, muchos estados informaron un índice de 25% de obesidad o más de sus poblaciones. Hoy se ha incrementado a un 40% de la población de adultos. Para niños y adolescentes, es de 17%. El informe de Hall empieza a explicar el por qué.

Aunque sus primeros descubrimientos fueron demoledores, no eran “sorprendentes” más del 80% de personas con obesidad que adelgazan lo recuperan. Esto ocurre porque cuando adelgazan, su metabolismo en reposo (cuanta energía utiliza su cuerpo cuando está en reposo) disminuye, esto posiblemente de la época cuando la falta de alimento era común.

Cuando Hall lo descubrió, lo que lo asombró fue que inclusive cuando los participantes del programa Biggest Losser subieron de peso, su metabolismo en reposo no se aceleró a la misma vez. Al contrario, se mantuvo bajo quemando casi 700 calorías menos calorías por día a lo que quemaba antes de comenzar a bajar de peso.


“Los concursantes pierden una cantidad masiva de peso en un período relativamente corto de tiempo – algo no muy recomendado por los médicos para poder adelgazar- pero las investigaciones demuestran que el mismo metabolismo lento que observó Hall le ocurre a varios. La mayoría de las personas que pierden peso lo recuperan en un tiempo de uno a dos kilos por año. Para los 2.2 billones de personas en el mundo que se encuentran sobrepeso, los hallazgos de Hall parecerán como una fórmula hacia el fracaso. Demuestran que es biológico​, que no es falta de voluntad, que hace que adelgazar sea tan difícil. Los hallazgos también indican que el ​mismo cuerpo hace todo el esfuerzo para mantener el peso por un largo periodo. Pero un metabolismo lento no es la historia completa. Hay mucha gente que logra adelgazar exitosamente y mantenerse. Hall es testigo de esto. El truco es que mucha gente aparenta tener éxito con cualquier tipo de dieta- eso varía de persona a persona. Hall dice “te consigues un grupo de personas al azar, hacen una dieta baja en carbohidratos o una dieta de contenido
bajo en grasa, los sigue por unos cuantos años y lo que uno tiende a ver es que la bajada de peso en promedio casi no tiene diferencia entre los dos grupos. Pero dentro de cada grupo, hay personas que tienen mucho éxito, otras que no bajan peso y otras que suben de peso” La comprensión de lo que significa una dieta que sirve para ciertas personas es el Santo Grial de la ciencia de la pérdida de peso. Pero los expertos están cerca.


Los últimos 23 años, Rena Wing una profesora de psiquiatría y comportamiento humano de la Universidad de Brown a publicado en el Registro de Control de Peso Nacional ​(NWCR​) como una manera de registrar a los que han bajado de peso y lo han podido mantener. “Cuando empezamos, la perspectiva era que nadi lograba adelgazar y mantenerlo”, dice James O. Hill un colaborador de Wing y científico en obesidad Universidad de Colorado. “No creíamos que esto era el caso, pero no sabíamos con seguridad porque no teníamos la información” para calificar e incluir en el registro, una persona debía haber bajado por lo menos 15 kilos manteniendo ese peso por un año o más. Hoy en día el registro incluye más
de 10,000 personas de los 50 estados con un promedio de pérdida de peso de 30 kilos por persona. Un promedio de personas actualmente en la lista ha adelgazado sumas significativas y se mantuvieron por más de cinco años. Los detalles más sobresalientes del registro son: todos en la lista han adelgazado en forma significativa, pero de diferentes formas. Casi 45% dijeron que bajaron de peso solos, siguiendo diferentes dietas, y 55% dicen haber usado programas estructurados. Y muchos de ellos tuvieron que probar más de una dieta antes de lograrlo.


¿Cómo hacer para no engordar? Los investigadores han identificado algunas similitudes entre estas: 98% de la gente en el estudio dijeron haber modificado su dieta de cierta forma, la mayoría reduciendo la cantidad de comida que comían en un día. Otros, 94% incrementaron su actividad física y la forma más popular era caminando. “No hay nada mágico en lo que hacen” dice Wing. Algunas personas ponen más énfasis en el ejercicio, otras siguen dietas bajo en carbohidratos y otras siguen dietas de contenido bajo en grasa. Lo que tenían en común era que
tenían que hacer cambios en su comportamiento diario. Cuando se les pregunta como mantuvieron su peso, la gran mayoría en el estudio dijeron que desayunaban todos los días, se pesaban por lo menos una vez a la semana, veían menos de 10 horas de televisión a la semana y ejercitaban cerca de una hora diaria como promedio. ​Los investigadores también vieron las actitudes y comportamiento. Encontraron que la mayoría de ellos no se consideraban obsesivos, descartando la idea que no sólo por ser unos súper planificadores obsesivos pueden mantenerse en una dieta. Vieron que muchas personas exitosas en sus dietas se describen como madrugadores (otros estudios apoyan la anécdota que por alguna razón las lechuzas pesan más que las alondras). Los científicos también observaron que aquellos que planificaban adelgazar a largo plazo estaban motivados no solo por tener una linda figura- los motivaba la salud o el deseo de vivir más tiempo para poder disfrutar más con sus seres queridos.

Cuando bajas de peso el metabolismo en reposo disminuye (la cantidad de energía que utilizada su cuerpo cuando está descansando).

Encontrando lo que te acomoda


​Los investigadores del NWCE dicen que es poco probable que las personas a quienes estudian sean de alguna manera genéticamente dotadas o bendecidas con una personalidad que hace que el bajar de peso sea fácil para ellos. La mayoría de la gente en el estudio refirió haber fallado varias veces antes de tratar de adelgazar. Al contrario, estaban altamente motivadas y siguieron tratando diferentes cosas hasta encontrar algo que les funciono. “Adelgazar y mantenerlo es difícil y si alguien te dice que es algo fácil, tú te escapas” comenta Hill. “Pero es absolutamente posible y cuando lo hacen, sus vidas cambian favorablemente” (Hill fue criticado en el 2015 en su rol de presidente del grupo de expertos fundados por Coca Cola; los científicos dicen que sus estudios no fueron influenciados por el apoyo financiero). Hill, Wing y sus colegas están de acuerdo que tal vez la lección más alentadora de sus registros es la más sencilla: en un grupo de 10,000 personas que hicieron lo mismo que el programa de televisión Big Lossers, no hubo personas que adelgazaron de la misma forma.

El Instituto de Medicina Bariátrica en Ottawa se fundó con ese principio. Cuando se inscriben en el programa de pérdida de peso, todos comienzan con el mismo plan de seis meses de dieta y ejercicios pero se les sugiere desviarse del programa con la ayuda de un médico, el momento que deseen para determinar qué es lo que mejor les funciona, el programa toma una mirada completa de la persona para poder bajar de peso, lo que significa, que hay que ​incluir comportamiento, psicología y presupuesto—no solo biología​— con todo esto puedes encontrar un plan para esa persona. “Tenemos un plan que cuenta con comer suficientes calorías y proteínas y otras cosas más, pero no estamos sujetas a esto, comenta Yoni Freedhoff, un experto en obesidad y director de la clínica. “Tratamos de entender donde están batallando las personas y luego los
adaptamos. Todos están haciendo cosas de una manera un poco diferente. En muchos casos la gente trata diferentes planes antes de aceptar.

En Marzo 2017 se observó un estudio en que las personas que internalizan el estigma de peso tienen más dificultad de mantener su peso​, por eso la mayoría de expertos discuten que conducir a la gente a una meta saludable es mejor que un número específico en la pesa, esto puede dar mejores resultados. Cuando solamente se enfoca en el peso, empiezan a renunciar a cosas importantes en su vida, dice el NIH de Hall.

“Bajar de peso y mantenerlo es difícil, Pero es posible, y cuando la gente lo hace, sus vidas cambian favorablemente”

Genes y bacterias intestinales:

Freehoff dice que aprender las variables que son importantes para cada persona- sean psicológicos o basados en comida – le importa más que el identificar una dieta especifica que funcione para todos. Por el momento continuamos colocando a cada paciente en un casillero en ciertas dietas sin considerar al individuo; aclara él. Es por eso, que una gran parte de sus reuniones con pacientes habla acerca los deberes de cada uno, sus estados socio económicos, salud mental y comodidad en la cocina. “Lamentablemente,” dice, “que esa no es la norma. La cantidad de esfuerzo necesario para entender a sus pacientes es mucho más de lo que muchos doctores piensan” exactamente porque el adelgazar varía mucho entre personas en el mismo plan, es algo que aún no entienden los científicos “Es la pregunta más importante en este campo. Dice Hall del HIG: Quisiera saber la respuesta” Algunos especulan que es la genética del paciente. En los últimos años, los científicos han identificado casi ​100 marcadores genéticos que parecen estar ligados a ser obesos o estar con sobrepeso ​y no hay duda de que los genes tienen un papel importante de cómo la gente quema calorías y almacena grasa. Pero los expertos estiman que los genes relacionados a obesidad cuentan por solo 3% de la diferencia entre el tamaño de las personas. Esos mismos genes que predisponen a ciertas personas a aumentar de peso existían hace 30 años y 100 años atrás, sugiriendo que los genes por si solos no pueden explicar el aumento rápido de obesidad.

Recientemente un estudio de 9,000 personas reveló que, si la persona lleva una variación de genes asociado con aumento de peso, no tenían influencia en la habilidad de la persona de adelgazar. “Piensan que son buenas noticias dice en su estudio John Mathers, profesor de nutrición humana de la universidad de Newcastle.” Al llevar el gen de alto riesgo hace que seas un poco más pesado, pero no debe prevenir en que pueda bajar de peso. Otro lugar para investigar es el link entre aumento de peso y los químicos que estamos expuestos todos los díassubstancias como bisphpenos A (BPA) que se encuentran en los bordes de la comida enlatada y en las boletas, los residuos de pesticidas en nuestra comida y los flalatos en los plásticos y cosméticos.

Lo que tienen en común estos químicos son su habilidad de imitar las hormonas humanas y algunos científicos se preocupan de que estén ocasionando problemas en el sensible sistema endocrinológico, acumulando grasa.

El antiguo paradigma era que una dieta pobre y falta de ejercicio apunta a la obesidad. Ahora entendemos que la exposición a químicos es un factor importante en el origen de esta epidemia de la obesidad” dice Leonardo Trasande profesor asociado de pediatría, medicina ambiental de la universidad de Nueva York, School of Medicine, los químicos pueden alterar a las hormonas y al metabolismo, y puede ser un factor contribuyente a enfermedad y discapacidad”. Los científicos se encuentran explorando como la microbioma – millones de bacterias que viven dentro en la superficie del cuerpo humano-puede estar influenciando como nuestro cuerpo metaboliza lo que comemos. Eran Elinay y Eran Segal investigadores de Proyecto de Nutrición Personalizado en el Instituto de Ciencias de Weizmann en Israel, creen en el éxito de la ​variación de dietas puede ser por la forma que el microbioma reacciona a los alimentos.

Los expertos estiman que los genes relacionados con la obesidad representan solo el 3% de las diferencias en tamaños de las personas.

En un estudio en 2015, Elinay y Segal estudiaron a 800 hombres y mujeres a quienes les dieron dispositivos para medir el nivel del azúcar en la sangre cada cinco minutos durante una semana. Los participantes llenaron los cuestionarios relacionado a su salud, dando muestras de sangre y de heces y se secuenció su microbioma. También utilizaron aplicaciones móviles para hacer seguimiento de su alimentación, descanso y ejercicio. ​Los científicos vieron que los niveles de azúcar en la sangre variaban bastante después de sus comidas, aun cuando comían lo mismo. Esto significa que las recomendaciones de cómo comer todos por igual no tiene sentido. ”Eso fue una gran sorpresa para nosotros”, dice Segal.

Los investigadores desarrollaron un algoritmo para cada persona en el ensayo utilizando los datos que habían juntado y descubrieron que podían predecir con precisión la cantidad de azúcar en la sangre de las personas con el alimento dado en base de su microbioma.

Por eso creen, Elinay y Segal que el ​próximo paso en la ciencia de pérdida de peso se encuentra en el intestino​; piensan que su algoritmo puede ayudar finalmente a los médicos para que receten ciertas dietas específicas a pacientes de acuerdo con como responden a la comida. ¡No es sorprendente que haya negocios que quieren apoderarse de esta idea!, compañías de suplementos online quieren vender cápsulas con probióticos personalizados con testimonios de sus clientes, asegurando que bajaron de peso con estas pastillas. Hasta ahora, la investigación para apoyar el efecto de la píldora probiótica para bajar de peso es escasa. Lo mismo con las pruebas de genética que teóricamente te pueden decir
si te conviene una dieta baja en carbohidratos o una vegana.

Cuando les preguntamos a los pacientes como visualizan su talla de ropa perfecta, muchos dicen que quieren 3 tallas menos de lo que el doctor recomienda. Siendo eso tan difícil de cumplir, no es sorprendente que mucha gente se rinda a la primera. Pero muchos de nosotros no necesitamos bajar tanto de peso para mejorar nuestra salud. Con solo un 5% a 10% de pérdida, habrá cambios de presión sanguínea y azúcar en la sangre, rebajando el riesgo de enfermedades cardiacas, diabetes mellitus tipo 2. Muchas veces ajustar las expectativas es lo
que finalmente ayuda a perder peso de modo sostenible.


Cinco secretos para mantener su peso


Esto es lo que sabemos de las personas que hacen dietas con éxito (Registro Nacional de Control de Peso)


1. Desayunan: Las personan que desayunan bajaron por lo menos 15 kilos y se mantuvieron así por casi un año. Los científicos siguieren que esto es una estrategia saludable porque controlan la insulina y comienza a trabajar el metabolismo.

2. Hacen ejercicio todos los días​. Los participantes del NWCR han podido mantener su peso por más de 5 años. Se mueven mucho después de haber bajado de peso, ejercitando por casi una hora al día como promedio. El caminar es un ejercicio muy beneficioso. Cuando se trata de caminar o correr uno siempre se beneficia, si haces 60 minutos de una vez o si lo divides en 15 o 20 minutos por sesión.

3. Ven menos Televisión. ​Los participantes del NWCR ven menos de 10 horas de televisión a la semana. Eso les da más tiempo para caminar.

4. Se pesan​. Una vez a la semana se pesan, dándose la oportunidad de hacer cambios en sus hábitos de alimentación y ejercicios si ven que están
subiendo de peso.

5. Tienen una meta realista​. Identificar una meta realista ayuda a las personas que están a dieta tener éxito a largo plazo. Aquellas personas
que lograron conservar su peso tienen una esperanza más allá de verse delgado, vivir más tiempo saludables o evitar enfermedades crónicas o
tener la energía para compartir con los hijos y nietos.

¿Que es el ayuno intermitente? ¿Es bueno para ti?

Los científicos han aprendido que el comer poco dos días a la semana, sirve para bajar de peso, reduce el riesgo de diabetes y otros beneficios.
Por Markham Heid

El ayuno intermitente, protege contra diabetes, enfermedades al corazón y cáncer. Mejora la salud del cerebro y mejora la aptitud física. Parece que cada semana los científicos encuentran un nuevo beneficio asociado con el ayuno intermitente: consiste en horarios de alimentación donde comes normal, poco o nada. Al comer normal varios días a la semana y comer mucho menos otros días, una persona puede cambiar su composición celular y proceso metabólico de una manera que promueve una salud óptima. Los expertos dicen que mientras hay muchos vacíos
que llenar en estos estudios algunos de los efectos positivos de salud del ayuno intermitente ya no están en duda. Hay evidencia valiosa que el ayuno intermitente produce beneficios y tenemos evidencia que estas dietas pueden reducir inflamación, presión arterial, el índice cardiaco en reposo y parecen tener efectos beneficiosos en el sistema cardiovascular” dice Benjamin Horme, director de epidemiologia cardiovascular y genética en la NGO del sistema Intermountain Health Care de Utah, quien publicó un estudio sobre este tema y refiere que “el ayuno intermitente es algo que se va poniendo en práctica en el campo médico y es un forma razonable para aquellas personas que no les gusta la restricción
diaria de sus calorías”.

Gran parte de la investigación temprana sobre ayuno está enfocado en la pérdida de peso. Los estudios que comparan ayuno intermitente (conocido también como restricción intermitente de energía) con dietas de reducción de calorías se encontró que bajas más peso haciendo ayuno. A los que hacen ayuno intermitente les parece gustar la dieta; se retiran mucho menos de los estudios dietéticos, menos que los que cuentan las calorías.

“Ayuno intermitente es una opción buena para adelgazar para personas con sobre peso y obesos, dice Michelle Harvie una dietista de investigación con la Unidad de Prevención de Cáncer de mama del Centro de Manchester R.U.

Harvie es coautora de estudios en ayuno intermitente y su investigación ha demostrado continuamente que supera las dietas tradicionales para adelgazar, muestra reducción de grasa corporal y una mejora en la resistencia a la insulina. También hay evidencia que ayuno intermitente puede ser mejor que los planes tradicionales para adelgazar porque además disminuye el riesgo de cáncer de mama. La mayoría de las investigaciones de Harvie evaluó el plan de ayuno 5:2 (restringiendo consumo de calorías dos días a la semana y permitiendo comer normalmente los otros 5 días). Pero comenta que hay una investigación de dietas que imponen ayunar día por medio (generalmente conocido como plan de ayuno alternativo) y con una restricción de horario de ayuno donde el consumo diario de alimentos se encuentra restringido de seis a ocho horas.

Ninguno de estos estudios se ha investigado en su totalidad, pero todos mejoran la salud, dice Mark Mattson, profesor de neurociencias de Johns Hopkins School of Medicine. Mattson ha publicado muchos estudios sobre ayuno intermitente. Hay evidencia que estas dietas impulsan la resistencia al estrés y combaten inflamación a nivel celular. “La gente sufre cambios metabólicos donde el almacenamiento de energía del hígado se encuentra agotado y las células del cuerpo comienzan a utilizar grasa y cetonas para obtener energía. Este cambio es un desafío suave para el cuerpo humano y lo compara al ejercicio: como correr, o levantar pesas, ocasiona estrés al cuerpo, pero de un modo favorable, el estrés
impuesto por ayuno aparenta inducir similares beneficios. Si se habla de actividad física o ayuno, “estos ciclos de desafío, recuperación, desafío, recuperación tienden a optimizar la durabilidad y función de las células.

El ayuno también tiene sentido evolucionariamente. Acceso a alimentos todo el tiempo es un fenómeno relativamente nuevo en la historia del ser humano. Años atrás cuando era difícil encontrar sustento, “la selección natural hubiera preferido a individuos con cerebros y cuerpos que funcionen bien en un sistema de privación alimenticia.”

Los expertos reconocen que todavía falta investigar. Casi toda la investigación hasta la fecha ha sido en personas con sobre peso y adultos obesos. No sabemos de sus beneficios en personas con peso normal, ya que no hay estudios al respecto, dice Harvie. Tampoco está claro si existen riesgos a largo plazo. ¿Como lo puedes intentar? Mattson dice que el plan 5:2 tiene mayor respaldo. Para 2 días a la semana (consecutivos o separadamente), consume sólo 500 calorías de grasa o proteína, como huevos, pescado o nueces. Un plan para un día puede ser: el desayuno – dos huevos revueltos (180 calorías), cuarta taza de almendras (200 calorías) y 100 g de pescado para la cena (100 calorías.) Puedes dividir las calorías cuando desee. “mejor comer poco o casi nada de carbohidratos” Con tal que comas alimentos saludables el resto de la semana, no tendrá que contar calorías o evitar carbohidratos. Puede que tenga hambre la primera semana, pero al final del primer mes vimos que casi todos se adaptaron y que no tenían síntomas.

Eventualmente puede que ser que largos periodos de ayuno diremos 24 horas sin ningún alimento podrían ser más beneficioso, pero se necesita más información. Sugiero que primero consulten con su médico. El ayuno intermitente no es una formula milagrosa.

A los que hacen ayuno intermitente les parece gustar la dieta; se retiran mucho menos de los estudios dietéticos, menos que los que cuentan las calorías.

Modas: La buena, la mala y la ridícula


Una breve historia de pérdida de peso y positividad corporal Por: Emily Joshu


1810-1820: La Dieta del Vinagre y agua. Era romántica – el poeta Lord Byron creía que la obesidad causaba letargo y estupidez, así que intentó la dieta del vinagre y agua, de acuerdo con el libro Calorías y Corsés. Es tan apetitoso como suena: agua mezclada con vinagre de manzana. Hasta el día de hoy, algunas personas afirman que este método quema grasa.

1925​: Dieta de Cigarrillo. En los años 20 se introdujo una dieta dudosa: fume hasta verse delgada. Una propaganda del cigarrillo Lucky Strike decía “consuma un Lucky en vez de un caramelo para mantenerse delgada.” Imposible encontrar una propaganda peor que esa.

1950: Dieta de Sopa de repollo. Este plan prometía perder 5 kilos en siete días sobreviviendo sólo con sopa de repollo. (Algunos días se podía comer manzanas o carne). Hasta 1 kilo de peso que se bajaba por semana era sólo agua, pero no grasa.

1963: La llegada de la bebida TaB. Esta no fue la primera soda dietética (el Dr. Pepper saco una un año anterior), pero Coca-Cola TaB fue la que causo sensación. A pesar de que TaB sigue en el mercado, las dietas de sodas se esfumaron, como se ha demostrado que las dietas de soda pueden engañar el cuerpo y hace antojar lo dulce.

1972: La Dieta de Atkins. La moda de la dieta alta en proteína comenzó con la publicación de un libro titulado Dr. Adkins Diet Revolution. El autor, un cardiólogo, decía que limitando los carbohidratos puede ayudar a que el cuerpo queme grasas. Esta dieta aun es popular pero muchos expertos recomiendan un enfoque más moderado en limitar carbohidratos.

2004: El programa de televisión sobre pérdida de peso: The Biggest Loser se hace popular. Ahora Estados Unidos es más consciente de su salud. El programa fue criticado por motivar a los participantes a adelgazar demasiado rápido- esto duró 17 temporadas y se hicieron conocidos los participantes Julian Michaels y Bob Harper.

2006: Beyoncé necestó bajar 10 kilos rápidamente para la película Dream girls, y realizó la “dieta de la limonada”. También conocida como Master Cleanse que incluye tomar una mezcla de agua caliente, jugo de limón, miel y pimienta varias veces al día y en la noche un te laxativo. No es una dieta para bajar de peso como una forma duradera.

2010: La dieta Paleo. En su libro La Dieta Paleo, Dr. Loren Cordain sugiere mantenerse en los grupos de comida Paleolítica – carne, mariscos, fruta y verduras y que dejen comidas de agricultura moderna como granos y productos lácteos. Altamente criticado por eliminar granos que son altos en fibra y ligados a la pérdida de peso.

2009: Dad Bod. Describe a un hombre casado y rellenito, de ahí sale el término “dad bod”. Este término salió en el Diccionario Urbano en el 2009. La popularidad del sobrenombre sugiere que los hombres son juzgados por su físico también y que hay algo atractivo en lograr un mejor físico.

2016: Ashley Graham llega a la portada de Sports Illustrated- Las personas de todas las tallas alabaron a Ashley Graham, una modelo talla 16 que llegó a la portada de la edición de traje de baños. También salió publicada en una revista de modas recordando al mundo que la belleza no es una talla única.

2018: Weight Watchers se convierte en WW. Cada vez menos norteamericanos hacen dieta, WW cambiaron su lema a “Wellness that Works.” (Un bienestar que funciona)

Con esto, podemos plantear que cualquiera puede lograr un peso saludable, sólo hay que descubrir la mejor forma para lograrlo… ahí esta la clave de mi trabajo, que es lograr junto con quien consulta, un estilo de vida saludable y duradero (para toda la vida) que se ajuste a la realidad y características individuales, apoyando farmacológicamente si es necesario, ajustando hábitos e introduciendo otros saludables de manera paulatina y en conjunto médico-paciente. ¡No olvidemos el impacto que los adultos podemos tener en nuestros niños, la clave del control de esta pandemia que es la obesidad está en ellos!