Link Original: https://www.latercera.com/laboratoriodecontenidos/noticia/la-obesidad-y-sus-enfermedades-asociadas/4TEKBZO3CZF2BN4EMBFTY4CIMQ/
Son más de 200 las patologías asociadas al sobrepeso y la obesidad, entre ellas diferentes enfermedades crónicas y 13 tipos de cáncer. Su control a tiempo puede evitar desarrollar estos problemas de salud.
Fue en 1995 cuando la obesidad fue reconocida como una enfermedad multifactorial por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Desde ese entonces la cantidad de personas que la sufren sólo ha ido en aumento. Desde 1975 la obesidad se ha triplicado a nivel mundial y al 2016 más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los que, más de 650 millones tenían obesidad. [1]
Pero, ¿qué es realmente el sobrepeso y la obesidad? La OMS las define como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.[2] Es decir, cuando hay un índice de masa corporal (IMC) de 25 o más, hablamos de sobrepeso, y cuando tenemos un IMC de 30 o más, hablamos de obesidad.
El problema no son solo ambas enfermedades en sí, sino que estas arrastran consigo una gran cantidad de complicaciones que pueden ser mucho más graves. “La obesidad es una enfermedad crónica que aumenta significativamente el riesgo de contraer más de 200 enfermedades crónicas y más de 13 tipos de cáncer”, explica la doctora María José Escaffi, nutrióloga de la Clínica Las Condes.
Entre los 13 tipos de cáncer que se asocian al sobrepeso y la obesidad están el cáncer de tiroides, mamas, hígado, ovarios, esófago, riñón, páncreas, útero, colon y meningioma, por nombrar algunos.
Además, la CDC informa otras cifras relevantes. Entre el 2005 y el 2014 el cáncer asociado a sobrepeso y obesidad aumentó en un 7%; el 55% de los casos de cáncer que se diagnostican en las mujeres se vinculan a sobrepeso y obesidad, mientras que el 24% es diagnosticado en los hombres; y de todos los casos de cáncer 2 de cada 3 se da en adultos entre 50 y 74 años. [3]
Otras de las patologías frecuentes asociadas son la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, apnea del sueño y problemas respiratorios, enfermedad del hígado y la vesícula, y problemas articulares. [4] Además, disminuye la calidad de vida y aparecen problemas de autoestima y depresión.
“Esto se traduce en muertes prematuras y pérdida de años de vida libres de discapacidad, lo que además implica un importante gasto en salud, que podría ser disminuido al intervenir en la prevención, diagnóstico de esta enfermedad y tratamiento multidisciplinario oportuno”, añade la doctora Escaffi.
Es precisamente por todas estas graves consecuencias que puede tener la obesidad en nuestro organismo, que hoy se encuentra en el Congreso un proyecto de ley que busca establecer a la obesidad como enfermedad crónica. La iniciativa, impulsada por los diputados Gonzalo Fuenzalida y José Miguel Castro, cuenta con el apoyo del Ministerio de Salud y de diversas organizaciones creadas para combatir la obesidad en Chile.
Para la doctora Carolina Carrasco, nutrióloga del centro médico MED, también es importante no considerar la obesidad como algo estético. “Se asocia a una mayor morbimortalidad, lo cual alarma a todas las organizaciones de salud a nivel nacional como mundial. Es muy importante mencionar que a mayor riesgo de obesidad y sobrepeso aumenta el riesgo de mortalidad”, explica.
Si bien son variados los factores de riesgo para el desarrollo del sobrepeso y obesidad, es importante considerarlos como un punto de partida para otras patologías. Es por eso que los profesionales destacan la importancia de consultar a tiempo con un médico, ya que muchas veces el estigma que hay frente a la obesidad hace que las personas retrasen la consulta.
“Es importante que las personas se animen a pedir ayuda a profesionales especializados sin temores ni culpa, dado que el 70% de los enfermos obedecen a una causa metabólica. Hoy en día existen alternativas efectivas de tratamiento para el sobrepeso y la obesidad, que van más allá de “hacer dieta y ejercicio”, y que ponen el foco en restaurar las alteraciones de los mecanismos que regulan el peso corporal, desde una mirada fisiopatológica, metabólica, integrativa y multidisciplinaria”, comenta María José Escaffi.
La doctora Carrasco, añade: “Una baja de peso por lo menos de un 5% de peso corporal, ya produce mejoras en el estado de salud. Además, es importante que como profesionales de la salud podamos abordar la obesidad desde una mirada más empática, no sólo como un problema estético y que no sea visto como que sólo se requiere de fuerza de voluntad para bajar de peso”.